1) Servicios de Resolución de Controversias: resolución de disputas comerciales y, dentro de ello, se incluye a la Corte Internacional de Arbitraje. Los problemas referentes a actividades comerciales, las personas involucradas pueden remitirse a esta Corte para obtener una solución eficiente.2) Instituto de Derecho Mercantil Internacional, que se encarga de la formación y el intercambio de conocimientos y experiencia en cuestión de arbitraje y de derecho mercantil internacional. Sirve como una forma de aprendizaje mutuo, en el que se comparte la información de los demás en cuanto al derecho mercantil, de modo que si existen problemas, haya idea de cómo darles solución.3) Federación Mundial de Cámaras, que es la red mundial más grande de cámaras de comercio y se encarga de administrar el sistema del carnet ATA; este es un documento aduanal que facilita la admisión temporal de mercancías, se puede decir que es el resultado de varios acuerdos mundiales para la liberación de algunos impuestos y demás restricciones arancelarias.Y por último: 4) Servicios de Prevención de Delitos Comerciales, cuya función es la prevención de perjurios contra las empresas como la lucha contra la piratería, el fraude financiero y las falsificaciones.La ICC desde su fundación, ha creado diversas instancias que facilitan el comercio y las inversiones internacionales, como la Corte Internacional de Arbitraje y los Incoterms, que vienen a ser la recopilación y actualización de usos comerciales internacionales y la elaboración de reglas y códigos de conductas empresariales que facilitan el intercambio.
Existen diversos modelos de contratos, como el de compraventa internacional, el de concesión de ventas, el de contrato de agencia comercial, entre otros.En cuanto a políticas de desarrollo, la Cámara de Comercio Internacional se encarga del desarrollo de políticas en los siguientes ámbitos: la anti-corrupción, el arbitraje, la banca, la responsabilidad corporativa, la competencia, la política económica, la energía y ambiente, los servicios financieros y de seguros, la propiedad intelectual, la mercadotecnia y publicidad, la ley comercial y su práctica, las regulaciones de intercambio comercial, las políticas de intercambio e inversión, el transporte y logística, los impuestos y la de negocios por Internet (e-business), tecnologías de información y telecomunicaciones.Cuenta con su propia editorial, donde se localiza información diversa que facilita a las empresas disponer de herramientas que no son fáciles de conseguir por otros medios.La Cámara de Comercio Internacional cuenta con una estructura organizativa para operar a nivel global: a) un consejo mundial que representa a la asamblea general de una organización intergubernamental. La diferencia es que los delegados son empresarios y no funcionarios públicos; b) los comités nacionales y grupos, que representa a la Cámara de Comercio Internacional en sus respectivos países y deben asegurarse de que se tomen en cuenta sus intereses empresariales; c) la presidencia, el secretario general y el consejo ejecutivo: el consejo elige al presidente y vicepresidente por dos años; el presidente, su antecesor inmediato y el vicepresidente forman parte de la presidencia. También se elige al comité ejecutivo, responsable de la aplicación de las políticas. La junta ejecutiva tiene entre 15 y 30 miembros, para ejecutar sus funciones durante tres años. El secretario general dirige la secretaría internacional y trabaja con las comisiones nacionales; d) las comisiones: representada por más de 500 expertos en negocios.La Cámara de Comercio Internacional cuenta con diferentes sedes alrededor del mundo, siendo Francia, el asiento matriz. Algunas de estas sedes están ubicadas en Brasil, El Salvador, Inglaterra, Rusia, Alemania, España, Irán, Australia, China, Nueva Zelanda, México, y los demás países del mundo desarrollados y en desarrollo.Básicamente, la ICC abarca la totalidad del mundo y, poco a poco, se extiende a países menos desarrollados, lugares donde los empresarios desean contar con apoyo para crecer.
La organización más que beneficiar a las empresas , favorece en última instancia a los consumidores, impulsando paralelamente la complementariedad y el crecimiento económico.