Competitividad

Cautela en comercio binacional
Venezuela frente a las elecciones de Colombia

El Mundo

Por Moisés Bittán

La competitividad es la capacidad que tiene un país o empresa de obtener rentabilidad en el mercado en relación a sus competidores. La competitividad depende de la relación entre el valor y la cantidad del producto ofrecido y los insumos necesarios para obtenerlo, lo que se traduce en productividad, y la productividad de los otros oferentes del mercado. Como un fenómeno socioeconómico, la competitividad busca alcanzar estándares superiores de calidad de vida, que dependen de múltiples factores, como parte de la responsabilidad compartida de todos los actores sociales, el sostenimiento de la misma está sujeto a niveles de productividad elevados.

La tecnología es un factor determinante para alcanzar la competitividad y productividad, su uso adecuado es aun más importante cuando está ligado a una ventaja competitiva. Venezuela es un país con abundancia de recursos naturales y humanos, pero eso no ha bastado para asegurar su prosperidad y competitividad.

Para un país, la competitividad se traduce en la posibilidad que tienen sus ciudadanos para alcanzar un nivel de vida elevado y creciente. En la mayoría de los países, el nivel de vida está determinado por la productividad con la cual se utilizan los recursos nacionales, el producto por unidad de trabajo o capital utilizado. Un nivel de vida elevado y creciente para todos los ciudadanos de un país puede sostenerse, únicamente, por medio de mejoras continuas en la productividad en los negocios existentes o incursionando exitosamente en negocios de mayor productividad.

El nivel de vida de un país depende cada vez más de la competitividad de sus empresas. Los países tienen éxito, en industrias en las cuales los factores involucrados (capacitación, tecnología, infraestructura física y de negocios, tierra, mano de obra, recursos naturales, capital, conocimiento y pericia) brinden incentivos, presiones y capacidades necesarias para innovar y mejorar las ventajas competitivas de una empresa.

La competitividad es más que un concepto económico, es un proceso social que depende de las interrelaciones de un entorno determinado, donde equilibrios macroeconómicos, estabilidad política, políticas públicas, educación, cultura, oportunidades, iniciativas, infraestructura, salubridad, recursos naturales y ubicación geográfica conforman una unidad que debe ser optimizada y armonizada, por ello las condiciones de competitividad de un país son una responsabilidad compartida que debe ser asumida por todos los factores sociales.

Entorno económico y competitivo de Venezuela

Las gestiones de los gobiernos, pasados y presente, no han logrado alcanzar la estabilidad económica y política para estimular la inversión; no han gestionado eficientemente los recursos; ni han consolidado políticas públicas: de educación, de infraestructura, de capacitación tecnológica y financiera, para el desarrollo tecnológico y la formación de ventajas competitivas. Esto se deja evidenciado en las evaluaciones internacionales de competitividad donde Venezuela ocupa los últimos lugares, sin variación alguna.

La cultura venezolana está atada a creencias apoyadas en el papel del Estado como único empresario o como principal interventor del desarrollo económico, sometiendo a la población a ser dependientes limitando la capacidad creadora y emprendedora. Las enormes ventajas que posee nuestro país en cuanto a recursos naturales, mano de obra barata y suelo fértil, ha sustentado su pobreza más que impulsar su desarrollo económico y competitividad, presentándose: 1) excesiva dependencia en los recursos naturales; 2) poco conocimiento de sus clientes; 3) ignorancia acerca de la posición competitiva relativa; 4) fracaso en la integración hacia delante; 5) cooperación insuficiente entre empresas; 6) actitud defensiva, y 7) paternalismo. El reto de la competitividad está en entender dichos patrones y modificarlos de manera de convertirlos en fuentes de ventaja para la creación de riqueza y prosperidad.

Es necesario orientar la economía venezolana hacia el terreno de la competitividad como tarea urgente. Los sectores de recursos naturales (químicos, minería, industrias básicas, electricidad y turismo) son los que tienen mayores ventajas competitivas y mayor potencial atractivo para la inversión en Venezuela (alta rentabilidad). Estos sectores tienen un alto impacto en el PIB. La variedad recursos naturales constituyen la base de una porción sustancial de la economía y la vasta mayoría de exportaciones. Igualmente existen altas potencialidades de desarrollo tecnológico en áreas fundamentales que pueden involucrar al grueso de la población de escasos recursos, desarrollado sus capacidades, generado nuevas ideas y oportunidades productivas que mejoren su calidad de vida.

Se requiere de una concertación política dentro de un proyecto país, la misma debe motivar al colectivo y a las organizaciones para lograr la excelencia y mejora continua de sus actividades. Entendiendo el éxito como la culminación de la misión realizada eficientemente; como condición para incrementar la capacidad de competencia y como medida de percepción colectiva de desempeño.

La participación de las comunidades organizadas, junto con el sector privado y el Estado, con responsabilidades compartidas, es decisiva en el desarrollo productivo y competitivo del país, y fundamental para la transformación de las creencias arraigadas. Mejorar la educación e incorporar nuevos conceptos es indispensable para fomentar iniciativas sociales que tengan verdadero impacto en la economía y en la calidad de vida.