Fedecámaras: 68 años de progreso y bienestar

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El origen de las organizaciones del empresariado en el mundo es remoto.

Aproximadamente 4.000 años antes de la era común, según documentos encontrados en los territorios de la antigua Mesopotamia, ya existía un centro de organización de comerciantes de la época, cuya finalidad era defender y promover sus propios derechos.

Esto demuestra que no solo la actividad económica era lo que le interesaba a cada comercio, sino que además existía una especial preocupación por organizarse e impulsar su actividad a través de un organismo representativo.
En Venezuela, la institucionalización de ese movimiento se inicia a comienzos de la última década del siglo XIX con la constitución de cámaras de comercio en las principales ciudades del país, como una necesidad de unir esfuerzos y fortalecer a las instituciones que tenían como objetivo el desarrollo y la diversificación de la economía nacional.
Es así como el movimiento empresarial se fue desarrollando, consolidando y estructurando acorde con los tiempos; actuando siempre en defensa de intereses sectoriales, regionales y económicos de Venezuela.
Se constituyó un organismo nacional que agrupaba a todos los empresarios, en 1944, debido a la crisis comercial producida por la II Guerra Mundial y el creciente intervencionismo estatal.
Los comerciantes, con el apoyo de otros empresarios y para intentar conciliar con el Estado, lograron crear la Federación de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras), representada por el sector privado de una manera institucional y colectiva.
Su función primaria es fortalecer la posición del empresariado como interlocutor ante los poderes públicos nacionales, regionales, municipales y demás organizaciones de la sociedad civil.
Su primer presidente y promotor de la unión de las cámaras y asociaciones fue el Dr. Luis Gonzalo Marturet, quien pertenecía a la Directiva de la Cámara de Comercio de La Guaira en aquel entonces y dedicó parte de su vida empresarial al fortalecimiento de la institución siendo no solo presidente, sino además consejero permanente hasta su fallecimiento en 1964.
Hoy día el gremio central cuenta con áreas especializadas divididas en 13 sectores económicos: Comercio y Servicios, Industria, Construcción, Turismo, Financiero, Seguros, Agrícola, Pecuario, Minería, Energético, Transporte, Telecomunicaciones y Medios de Comunicación. Cuenta además con organizaciones estadales.
Fedecámaras ha tenido como misión actuar como ente concertador de las grandes políticas del país (inversión, desarrollo, empleo, inflación, salarios, tasas de interés, entre otras) junto con el gobierno y los sindicatos.
Desafortunadamente, el giro político dado desde hace más de una década ha resquebrajado las relaciones entre las partes, lo que ha hecho mucho más difícil la actividad relacionada con el emprendimiento para enfrentar y solucionar los problemas del país.
La Asamblea Anual de Fedecámaras es el máximo encuentro empresarial de todo el país, en el que además se elige a los directivos. Como temario central, se discuten las problemáticas de carácter nacional que ameriten un profundo debate y se promueve la participación de los organismos de base como consejos y federaciones sectoriales.
Los temas deben expresar la esencia de la problemática del país, y ser expuestos en forma abierta y concisa para que el debate trascienda a la opinión pública, a la cual debe convertirse en aliada del gremio.
En la LXVIII Asamblea Anual, Fedecámaras presentó los avances de su plan «Progreso y Bienestar» para triplicar en tres años la inversión del sector privado, crear un millón de fuentes de trabajo y aumentar la capacidad productiva a
70%.
Una serie de acuerdos con diversos sectores de la sociedad permitirá el desarrollo de dicho compromiso, entre los que destacan promover el desarrollo productivo y el emprendimiento, defender la propiedad privada y el derecho a la iniciativa económica de los ciudadanos, contribuir con el progreso social y la superación de la pobreza, fomentar una cultura que supere las conductas políticas y económicas del rentismo y promover las reformas profundas en materia de educación.
Dicho plan presenta una oferta ambiciosa, la cual consiste en elevar la producción privada a 20% del PIB. Se señala que la estrategia apunta a crear 100.000 empresas y generar un millón de empleos en tres años. Fedecámaras prevé elevar la capacidad productiva de las empresas de 52% a 70%, así como también proponen invertir cuatro puntos del PIB para generar el millón de empleos.
Los empresarios exigen que se detengan las expropiaciones y que se respete la Constitución de la República, especialmente en lo concerniente al régimen socioeconómico y la función del Estado en la economía, evitando la discriminación de los empresarios venezolanos.
Proponen, asimismo, que se despenalice el mercado cambiario y promover la estabilidad laboral en contraposición a la inamovilidad: es decir, mantener el mismo número de plazas de trabajo, pero con la posibilidad de que quienes las ocupen sean los más comprometidos con la eficiencia.
En cuanto a la oferta social y productiva, Fedecámaras plantea impulsar un fondo para apoyar la creación de nuevas empresas, la formación de pequeñas y medianas compañías, la capacitación de más y mejores emprendedores, ampliar iniciativas de becas trabajo, promover ferias de empleo entre las cámaras afiliadas, y estimular la participación de jóvenes y líderes populares en campañas de divulgación.
Se hace énfasis en que el Plan Progreso y Bienestar trasciende de lejos esta coyuntura electoral, viene a ser un componente que fomenta espacios de encuentro para mejorar la confianza y generar más cooperación entre sectores cruciales en función de garantizar en las próximas décadas el desarrollo sostenible.