CHILE: mucho más que cobre, frutas y excelentes vinos.

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El Mundo

Por Moisés Bittán

Perspectivas Económicas

Chile, considerada como una de las economías más desarrolladas de Latinoamérica, se vislumbra como un potencial país desarrollado para los próximos años, específicamente para la próxima década. Cuenta con el Índice de Desarrollo Humano (IDH) más alto de Latinoamérica, ubicándose en el lugar Nº 44 a nivel mundial en el 2009. De acuerdo a las estimaciones del FMI el país alcanzará un PIB per cápita de poco más de 18,000 USD en un periodo de 4 años (2014).

En Enero de 2010, Chile se convirtió en el primer miembro pleno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en Sudamérica y segundo en Latinoamérica, después de México, debido al reconocimiento en los avances económicos, desarrollo social y fuerte reestructuración institucional en los últimos veinte años, que ha ubicado a este  país austral en la treintena de miembros de esta organización, que agrupa a las principales economías industrializadas del mundo.

Posee una economía diversificada y competitiva, destacando el mercado minorista en el que destacan empresas chilenas con inversiones en distintos países de Sudamérica. Además, tiene uno de los sistemas bancarios más estables y desarrollados de América. Su principal sector económico es la minería, del cual es el mayor productor de concentrado de cobre en el mundo.

En los últimos años la economía chilena ha mostrado un dinamismo y una tasa de crecimiento estable, promediando el 5%, el cual fue solo frenado por la crisis económica del 2007-2008, pero se cree que el país volverá a crecer para el año 2010 a niveles similares.

Chile en números

A pesar de que a lo largo de su historia ha enfrentado diversos períodos de crisis, en los últimos años ha tenido un importante y sostenido crecimiento. El modelo económico, que fue incubado durante el Régimen Militar, se ha mantenido por los gobiernos concertacioncitas, que sólo le han hecho cambios menores  y calibraciones propias de la dinámica social.

Chile, en la actualidad, es un mercado abierto al mundo con una economía caracterizada por la exportación  de materias primas, productos terminados y modelos de negocios.

Conforme a datos del Banco Central de Chile, durante 2009, las exportaciones llegaron a los U$S53.024 millones y las importaciones alcanzaron una cifra de U$S39.707 millones. El PIB en su valor nominal superó en el 2009 los US$244.300 millones. En 2009, el PIB chileno superó los 244.300 millones de US$. El consenso de los economistas es que la economía chilena dejó atrás la recesión. Mientras el PIB cayó un 1,6% en el 2009, para el 2010 prevén una expansión promedio de 4,5 a un 5,5%. La inflación fue de 3,0% para el 2009, y se esperan una inflación del 3,5% aproximadamente.

Política económica y de crecimiento.

Algunos elementos claves que ha permitido el crecimiento económico de Chile, se centran en políticas estables, las cuales cito a continuación:

  • Reglas transparentes para sustentar una real disciplina fiscal: Se ha impuesto límites al déficit del sector público y al nivel de endeudamiento. Se ha establecido restricciones que impidan modificar los presupuestos aprobados del sector público para evitar gastos sin el adecuado financiamiento. Igualmente se ha tenido presente las realizaciones de las auditorías periódicas y aleatorias de entidades públicas.
  • Establecimiento de mecanismos de estabilización anti cíclico: Uno de ellos es la de creación de fondos de estabilización fiscal para resguardar (ahorrar) los excedentes de coyunturas favorables. Dicho ahorro ha servido para: sostener el gasto público en épocas de ingresos bajos; activar gastos extraordinarios para atender situaciones extraordinarias, como catástrofes, las vinculadas a una recesión; pago de la deuda externa, etc.
  • Claras políticas de provisiones atadas al crecimiento del crédito para el sector financiero (a mayor crecimiento mayor provisión). Igualmente, Chile ha estimulado la participación de la banca internacional en el sistema financiero local para promover la competencia y posibilitar la transferencia de fondos desde las casas matrices de estas hacia el mercado doméstico.
  • Creación de redes de protección social. Ha otorgado transferencias o subsidios directos para la población en situación vulnerable. En una situación de recesión, la utilización de los recursos de fondos de estabilización fiscal ha podido activarse automáticamente para financiar proyectos de obras públicas con alto componente de mano de obra.
  • Reforma del sistema educativo; descentralizando la educación pública a nivel primario y secundario haciendo que los padres de familia y las comunidades tengan voz en la evaluación de la calidad de los profesores y del manejo de los fondos públicos asignados al plantel. Ha intensificado el uso de herramientas computacionales y el Internet en escuelas y colegios públicos. Se ha establecido guarderías públicas para niños de escasos recursos. En las universidades establecer un sistema de matrículas y subsidios diferenciados y dar apoyo económico directo a los estudiantes de bajos recursos en función de su desempeño.
  • Incremento progresivo del sistema tributario, promoviendo el concepto de transparencia, como elemento clave, sobre la recaudación y los gastos del sector público. La dotación de legitimidad a la recaudación ha sido concordante con los conocimientos claros  de los contribuyentes en cuanto a sus pagos y beneficios que perciben por ellos (redistribución en inversiones de bienes y servicios). La redistribución del ingreso se ha logrado con un manejo eficiente del gasto público, cumpliéndose con las inversiones necesarias  en salud, programas de apoyo a la niñez, educación, infraestructura y transferencias que beneficien a los estratos de la población de bajos ingresos.
  • Apoyo a la pequeña y mediana empresa procurando que los créditos se canalizasen hacia dichas empresas sin acceso a los recursos de la banca (en especial a las empresas pequeñas).
  • Elevación de la competitividad, la cual se sustenta en mejoras de la productividad (reducciones reales de costos) y en mejoras de la calidad y variedad de los bienes y servicios producidos. Los niveles de productividad de las distintas ramas de actividad económica chilena revela la existencia de ventaja competitiva de ese país, desde el punto de vista de los niveles de eficiencia, y que estaría en los sectores del agro, ganadería, silvicultura, extracción, producción y elaboración de productos de madera, industrias, etc., con lo cual estos sectores se ha construido el ciclo virtuoso de la productividad.
  • Búsqueda de mecanismos alternativos de gestión de las empresas públicas menos eficientes a través de esquemas de alianzas estratégicas «joint ventures» con operadores de alta pericia.
  • Presencia en los mercados internacionales a través de actividades industriales de servicios, comerciales y financieras, fomentando el ”branding”  o marca país CHILE. Los acuerdos de libre comercio y complementariedad económica suscritos con más de quince países han sido de gran ayuda en esta estrategia de internacionalización, penetración y apertura a nuevos mercados.

Chile tiene sobradas razones para brindar – con sus extraordinarios vinos –  por el futuro promisorio que le espera y desea compartir con sus pares de la región. Chile saca la cara por los latinoamericanos como ejemplo del camino a seguir para llevar a sus habitantes la mayor suma de bienestar posible.